El aguacate en el Perú: historia varietal, inclusión y oportunidad exportadora

Durante milenios, el aguacate ha sido parte de la identidad agrícola y alimentaria del Perú. Desde los antiguos criollos andinos hasta la moderna Hass exportadora, este fruto ha evolucionado en diversidad, manejo técnico y valor de mercado. Hoy, mientras el Perú se consolida como potencia mundial del aguacate, se abre también un debate estratégico: ¿cómo garantizar que la pequeña agricultura aguacatera participe activamente del crecimiento agroexportador?

Este artículo para AVOBOOK recorre la historia de las variedades del aguacate en el Perú, con enfoque en crecimiento, inclusión productiva y oportunidades sostenibles para los pequeños productores.

Diversidad ancestral: las raíces del aguacate peruano

Las culturas originarias del Perú ya cultivaban aguacate hace más de 5,000 años, como lo demuestran semillas halladas en Ancón, Caral y Huaca Prieta. Estos aguacates eran variedades criollas adaptadas a diversos valles interandinos. De piel lisa o brillante, sabor intenso y tamaño variable, estas frutas formaban parte de los sistemas agrícolas familiares.

Durante los siglos siguientes, las civilizaciones Chavín, Moche, Nazca e Inca continuaron el cultivo y domesticación de estas variedades. Se trataba de aguacates adaptados a la diversidad agroecológica del país, especialmente en la costa y sierra. La selva baja, sin embargo, por su clima húmedo, alta temperatura y enfermedades asociadas, nunca fue territorio apto para este cultivo.

La variedad Fuerte: pionera en la transición hacia lo comercial

A mediados del siglo XX, se introdujo en el Perú la variedad Fuerte, proveniente de México y California. Este aguacate de forma alargada, piel verde delgada y sabor mantecoso, fue adoptada en muchas regiones del país debido a su:

  • Buena calidad organoléptica
  • Adaptación a climas templados
  • Facilidad de injerto en portainjertos locales

El aguacate Fuerte fue, durante décadas, la variedad dominante en los valles de Huaral, Cañete, Arequipa, Ayacucho, Apurímac, Lambayeque, Piura y Cajamarca. Aunque no tuvo el mismo éxito exportador que la Hass por su menor vida postcosecha, su presencia permitió la expansión del cultivo y sentó las bases para la profesionalización técnica.

Aún hoy, la variedad Fuerte es cultivada por miles de pequeños productores, y representa una oportunidad para mercados locales, transformación en derivados (como aceites) y productos con identidad.

La variedad Hass y el boom agroexportador peruano

A partir de la década de 1990, con la apertura comercial, inversión en riego tecnificado y demanda global, el Perú apostó por la variedad Hass. Su piel rugosa, color oscuro, alto contenido de aceite y excelente conservación postcosecha la convirtieron en la preferida del mercado internacional.

Hoy, la Hass representa más del 95% del exportada por el Perú. Se cultiva exitosamente en valles costeros como La Libertad, Ica, Lima, Arequipa y Moquegua, gracias a un clima seco, sin heladas ni lluvias, ideal para su floración y maduración.

Diversidad regional: criollas, Fuerte y Hass en expansión

Aunque la Hass domina la agroexportación, el Perú aún conserva una valiosa diversidad genética y productiva en varias regiones, entre ellas Lambayeque y Piura, donde el aguacate ha tenido un desarrollo significativo:

  • Aguacate de Olmos y Motupe (Lambayeque): con suelos bien drenados y acceso a riego tecnificado, esta zona se ha convertido en un polo emergente de producción de palta Hass y Fuerte. Muchos pequeños agricultores están adoptando injertos de Hass en patrones criollos resistentes, y se han establecido alianzas con empresas exportadoras.
  • Aguacate de Morropón y Chulucanas (Piura): se cultivan variedades criollas y Fuerte, con fuerte presencia de agricultura familiar. Los suelos francos y el clima semiárido permiten buena calidad de fruta en ciertas ventanas del año. Existe potencial para reconversión productiva, acceso a certificaciones y desarrollo de productos con identidad territorial.
  • Aguacate Fuerte: sigue siendo cultivada en Huaral, Ayacucho, Cusco, Apurímac y Amazonas, donde destaca por su sabor y adaptación a la altura.
  • Aguacate Negra y criolla: tradicionalmente cultivada en la costa central y parte de la sierra baja.
  • Aguacate de ceja de selva: en zonas como Rodríguez de Mendoza, Chanchamayo o La Convención, se conservan variedades adaptadas a climas templado-húmedos. Si bien no son aptas para Hass, tienen mercado local y potencial para productos transformados.

Una propuesta de inclusión: que la pequeña agricultura aguacatera también exporte

Miles de pequeños productores cultivan aguacate en parcelas menores a 5 hectáreas. Muchos ya manejan fuerte o criollas, y algunos están empezando a injertar Hass. Pero aún menos del 15% de ellos accede al mercado internacional.

¿Qué se necesita para lograr una verdadera inclusión?

  1. Asociatividad y cooperativismo

Organizaciones productivas que sumen volumen, control de calidad y poder de negociación.

  1. Asistencia técnica para calidad de exportación

Capacitación en poda, cosecha, poscosecha y manejo integrado de plagas.

  1. Certificación progresiva y escalonada

Acceso a GlobalG.A.P., Fair Trade y otros estándares adaptados a pequeña escala.

  1. Alianzas productivas público-privadas

Contratos inclusivos con exportadoras que reconozcan el aporte del pequeño agricultor.

  1. Valor agregado con variedades locales

Desarrollar productos diferenciados a partir de la palta Fuerte o criolla: aceites gourmet, cosméticos, purés y snacks saludables.

Un futuro con más variedades y más inclusión

El éxito exportador del Perú no debe medirse solo en volumen o ingresos, sino también en número de productores integrados, diversidad genética preservada y valor redistribuido en los territorios rurales.

Desde el ancestral aguacate criollo hasta la moderna Hass, pasando por la resiliente Fuerte, el Perú tiene en su diversidad varietal una riqueza que aún no ha sido plenamente reconocida ni aprovechada. Integrar a la pequeña agricultura en esta historia de éxito agroexportador no es solo una posibilidad: es una responsabilidad histórica. 

Alfonso Velasquez Tuesta
Empresario Agroexportador
Ex Ministro de la Producción
alfonsovt@procesadoraperu.com
Perú