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En la semana 10 México exportó a Estados Unidos 820 embarques de aguacate. Lo más relevante de la semana fue la implementación de un arancel del 25% por parte de Estados Unidos a todas las importaciones de productos de México, el aguacate incluido. La medida, a pesar de que se había informado previamente, tomó de sorpresa tanto a los importadores como exportadores que seguramente tenían la esperanza de que se pospondrían, lo que no sucedió hasta tres días después.
La confusión iba desde la manera de utilizar los incoterms de venta, el procedimiento de pago, y sobre todo, quien absorbería el costo del arancel. El martes 4 fue un día caótico, las negociaciones entre exportadores e importadores, la implementación de procedimientos, llamadas con los agentes aduanales que tampoco parecía que tuvieran toda la información. Por el valor de un embarque de aguacate el 25% del arancel representa una cantidad significativa a pagar que afectaría no solo al valor en sí del producto, sino el flujo de efectivo de los importadores al ser cantidades considerables. Para el miércoles 5 de marzo parecía que se había avanzado en resolver la mayoría de la problemática cuando por la tarde se genera otra confusión adicional, los aranceles no se implementarían. Con este mensaje muchos importadores asumieron que para el día 6 ya no habría que pagar arancel lo que no sucedió hasta el día 7, es decir, todos los embarques que se importaron los días 4, 5 y 6 de marzo pagaron el arancel dejando a los importadores en una situación muy complicada al tener fruta con un costo significativamente mayor al de la fruta que cruzó a partir del día 7. Finalmente, todo esto se pospuso para el 2 de abril, que seguramente traerá su problemática e incertidumbre correspondiente.
El volumen cosechado durante la semana estuvo por debajo del promedio debido a toda la incertidumbre que existía, pero esto ocasionó que los inventarios de fruta mexicana disminuyeran a un nivel menor al esperado generando una demanda adicional hacia el fin de semana. Para el inicio de la semana once los precios de campo ya estaban en niveles más altos, similares a los de la segunda y tercera semana de enero. Hasta el martes 11 de marzo los inventarios de fruta mexicana seguían disminuyendo y la demanda se mantenía fuerte. Una situación especial es el incremento en la demanda por calibres chicos, principalmente 70s y 84s, al parecer algunas cadenas o se cambiaron a manejar estos calibres por el menor precio o realizaron promociones, o las dos cosas.
Las variaciones en la demanda por fruta mexicana han ocasionado desde fines de enero que haya semanas con demanda fuerte seguidas por semanas con demanda baja y los precios se han comportado de la misma manera generando incertidumbre. En esta semana vamos nuevamente hacia arriba, estas condiciones están muy lejos de ser las ideales para cualquier programa de venta, sin duda los importadores están inconformes y esperando el aumento de volumen de otros orígenes como California y Perú más los volúmenes que Chile y Colombia aportes para equilibrar la demanda y de cierta manera lleve a la industria mexicana a estabilizar los precios o al menos generar más certidumbre para las próximas semanas.
Sergio Paz Vega
México