Diciembre siempre ha sido un mes particular en el calendario de los exportadores de aguacate. Las semanas que estamos viviendo actualmente confirman esa tendencia: los mercados europeos están saturados, especialmente con frutas de calibres pequeños (del 20 al 26), y la demanda es escasa. Los grandes importadores no ocultan su preocupación por las bajas ventas, pero esto no es más que un reflejo de los hábitos de consumo en Europa durante esta época del año.
Es un hecho conocido que diciembre trae consigo cambios significativos en las preferencias alimenticias de los consumidores europeos. Con la llegada de las festividades, la atención se desvía hacia productos estacionales más ligados a la tradición culinaria de las celebraciones, dejando al aguacate momentáneamente en un segundo plano. Sin embargo, esta situación no debería ser motivo de alarma. Sabemos que, una vez concluidas las fiestas, los europeos retoman sus rutinas alimenticias, y el aguacate vuelve a ocupar su lugar habitual en las mesas.
Un dato relevante es que Marruecos, a pocos días de haber iniciado su temporada de exportaciones, ya superó las 20,000 toneladas, mostrando una gran capacidad de producción y exportación. A medida que avanzamos hacia 2025, observamos que los mercados comienzan a ajustarse. Tras la primera semana de noviembre, empiezan a desaparecer ciertos orígenes como Kenia o Colombia, que suelen llegar con calibres medianos (del 18 al 24). No obstante, estos calibres enfrentan dificultades en precios, lo que puede generar oportunidades para otros actores.
La mirada está puesta en enero, un mes que históricamente trae consigo un repunte en la demanda. Este año no debería ser diferente. Esperamos que las condiciones mejoren, tal como sucedió a principios de noviembre, cuando el mercado mostró signos claros de recuperación. Además, confiamos en que los precios se mantendrán estables, permitiéndonos iniciar el año con buen ritmo.
La campaña fuerte comenzará con grandes volúmenes desde enero hasta finales de abril. Las fincas están listas para afrontar este periodo, y el optimismo prevalece. En definitiva, diciembre es una pausa habitual en el sector, más que una señal de alarma. La clave está en comprender los ciclos naturales del consumo y prepararnos para los momentos de mayor demanda.
Yassin Chaib
Marruecos
