Marruecos está dando pasos firmes en el mercado global del aguacate, consolidándose como un actor en crecimiento dentro de este competitivo sector. Aunque todavía no alcanza los volúmenes de exportación de países líderes como México o Perú, su evolución reciente señala un camino prometedor.
Actualmente, la producción de aguacates en Marruecos ronda las 40,000 toneladas anuales, una cifra que ha ido aumentando paulatinamente gracias a la expansión del área cultivada y la mejora en las técnicas agrícolas. Gran parte de esta producción tiene como destino los mercados internacionales, particularmente Europa, donde la demanda sigue creciendo año tras año.
La cercanía geográfica con el continente europeo ofrece una ventaja clave para Marruecos: tiempos de transporte reducidos y costos logísticos más bajos, que le permiten competir en calidad y frescura. Este posicionamiento como un proveedor cercano y eficiente ha sido estratégico para captar una cuota del mercado europeo, que valora no solo la calidad del producto, sino también la sostenibilidad en su cadena de suministro.
Sin embargo, el desarrollo del sector enfrenta desafíos importantes. Uno de los principales es el acceso al agua, un recurso cada vez más limitado en el país. El cultivo de aguacates, conocido por su alta demanda hídrica, ha generado debates sobre su sostenibilidad en un contexto donde el cambio climático y la presión sobre los recursos naturales son temas prioritarios. A pesar de ello, los productores han comenzado a implementar tecnologías más eficientes y prácticas responsables para garantizar la sostenibilidad del sector en el mediano y largo plazo.
De cara al futuro, los actores de la industria marroquí confían en que el crecimiento del mercado continuará. Se proyecta una expansión anual del sector, con un aumento progresivo tanto en volumen como en calidad de la producción. Este crecimiento estará impulsado por la inversión en infraestructura agrícola, el acceso a nuevos mercados internacionales y el perfeccionamiento de las prácticas agrícolas locales.
El panorama es alentador, pero no exento de retos. La capacidad de Marruecos para mantener su crecimiento dependerá de cómo gestione las tensiones entre la expansión del cultivo y la sostenibilidad de sus recursos naturales. Si logra superar estos desafíos, el país podría posicionarse como un referente regional y un socio confiable para los grandes consumidores de aguacate en Europa y más allá.
El mercado del aguacate en Marruecos está en plena transformación. Con una estrategia bien enfocada en calidad, eficiencia y sostenibilidad, el país tiene el potencial de consolidarse como un jugador clave en la industria global del aguacate en los próximos años.
Yassin Chaib
Marruecos