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En las últimas semanas, hemos anticipado los desafíos que enfrenta Colombia en la actual temporada de exportación de aguacates.
El primer desafío ha sido el clima, con temperaturas elevadas y una falta de precipitaciones que afecta directamente a la calidad y los calibres de la fruta. La situación climática ha derivado en una producción mayoritaria de calibres pequeños a medianos, con escasa presencia de aguacates grandes, los cuales suelen ser preferidos en mercados internacionales. Esto no solo reduce la competitividad de la fruta colombiana, sino que incrementa la competencia interna por abastecerse de la mejor calidad disponible.
A esta difícil ecuación se suma el paro camionero que ha sacudido la cadena de suministro esta semana. El motivo: el drástico incremento en las tarifas de combustible, con un alza de COP 2.000 en el precio del diésel y la promesa de aumentos adicionales de hasta COP 4.000 más antes de finalizar el año. Este ajuste ha encendido las alarmas en todo el sector, que depende de una logística eficiente para cumplir con los exigentes plazos de exportación.
Lo preocupante es que este fenómeno impactará directamente en las operaciones internacionales del país, encareciendo las exportaciones y afectando la competitividad del aguacate colombiano en mercados clave como el europeo. Europa, que en estos momentos actúa como mercado de transición para la fruta colombiana, podría experimentar un leve desabastecimiento, acentuando la presión sobre los exportadores colombianos.
Este panorama resalta la urgencia de encontrar soluciones rápidas en las mesas de negociación. El sector aguacatero, que ha mostrado un crecimiento sólido en los últimos años, podría ver sus avances ralentizados si no se restablece la estabilidad en el transporte y no se controla el aumento de costos logísticos. No solo los productores y exportadores se verán afectados; los colombianos también sentirán el impacto en sus bolsillos, con una economía agroexportadora que enfrenta un camino cuesta arriba en medio de fenómenos incontrolables.
Esperamos que las soluciones lleguen pronto y que las exportaciones de nuestra Persea americana continúen fluyendo con la calidad y competitividad que caracterizan a Colombia.
Jorge Molina Duque
Colombia