Aguacate marroquí: estrategia en un mercado que pide paciencia

Desde la perspectiva de quienes exportamos aguacate en Marruecos, esta temporada ha tomado un rumbo más lento de lo que imaginábamos. El mercado se ha mostrado inusualmente tranquilo y, aunque cada año trae sus propios matices, la falta de dinamismo en los precios ha marcado buena parte de nuestras decisiones en estas semanas.

A día de hoy, Marruecos ha exportado cerca de un 65% menos que en estas mismas fechas de la campaña anterior. No es un dato menor, pero tampoco es el reflejo de un problema estructural. La fruta está, la calidad acompaña, y la capacidad operativa no es el obstáculo. Lo que se ha impuesto es la prudencia. Los precios actuales no alcanzan a justificar una recolección temprana, y muchos productores —y, por extensión, quienes exportamos— preferimos esperar antes que adelantar una campaña que no ofrece seguridad.

Mientras tanto, observamos el comportamiento del mercado internacional. Chile se encuentra en las últimas semanas de su temporada y Colombia sigue muy presente, especialmente con calibres pequeños que han ejercido una presión fuerte sobre los precios. No se trata de señalar culpables; cada origen responde a su propia realidad productiva. Pero es evidente que estas condiciones generan un entorno complejo para la fruta marroquí en este momento del año.

Para quienes exportamos, este impasse es incómodo pero no irracional. Adelantar fruta sin una señal clara de recuperación sería arriesgar el margen y comprometer una parte importante del trabajo anual. En cambio, esperar a que el mercado se reordene puede abrir una ventana más favorable, sobre todo cuando disminuyan los volúmenes del hemisferio sur y el peso de los calibres pequeños deje de distorsionar el precio.

Esta pausa también nos recuerda que nuestra actividad no depende únicamente de lo que ocurre en nuestros campos. La competitividad de nuestros envíos se define en un tablero global, donde cada origen influye en el otro. Desde nuestra posición en Marruecos, intentamos leer ese tablero con lucidez, evitar decisiones impulsivas y asegurar que cuando retomemos el ritmo exportador, lo hagamos con un mercado más receptivo y sostenible.

Por ahora avanzamos con calma, atentos a cada señal y confiando en que la temporada encontrará su equilibrio. No es una renuncia ni una retirada, sino una pausa calculada para proteger el valor de nuestra fruta y el trabajo de toda la cadena.

Yassin Chaib
Gerente Exportadora Mavoca
Marruecos