La temporada 2025/2026 de aguacate en Marruecos comienza marcada por un desafío climático: la ola de calor de finales de junio que provocó caída de fruta en algunas zonas productivas. La reducción es real pero conviene analizar este escenario con perspectiva y sin alarmismo.
En el debate público, a veces se magnifican las cifras y se transmite una idea de crisis inminente. No comparto esa visión. Sí, estamos ante una merma del 30% al 40% respecto a lo proyectado inicialmente, pero la fortaleza de nuestro sector radica en su capacidad de adaptación. Cada año entran en producción nuevas fincas y áreas de cultivo que ayudan a compensar las pérdidas coyunturales. Es esa diversidad de productores y el dinamismo inversor lo que nos permite mantener la continuidad de la oferta.
Otro aspecto que debe entenderse es el comportamiento de los precios. El arranque de esta campaña se sitúa en niveles más altos, en torno a los 30 dírhams por kilo, frente a los 17 dírhams del inicio del año pasado. Sin embargo, esto no es un fenómeno excepcional, sino parte de una dinámica habitual: los precios empiezan elevados y se ajustan progresivamente a medida que aumentan los volúmenes. No deberíamos confundir esa coyuntura con señales de inestabilidad.
El año pasado fue extraordinario: alcanzamos una producción récord de casi 130.000 toneladas y exportamos cerca de 100.000. Esa base, sumada al ingreso de nuevas plantaciones, constituye el colchón que hoy nos permite encarar un ciclo más complejo sin perder de vista la continuidad. Incluso las decisiones estratégicas de retrasar la cosecha en variedades como la Hass están orientadas a garantizar un suministro ordenado y prolongado en el tiempo.
Más allá de las cifras, lo que se pone a prueba es la resiliencia del sector marroquí del aguacate. Y esa resiliencia se sostiene en tres pilares: la diversidad de productores, la expansión constante de áreas productivas y la capacidad de adaptación frente a condiciones climáticas cada vez más exigentes.
La campaña 2025/2026 no será de récords, pero tampoco de quiebres. Será una campaña de consolidación, de demostrar que Marruecos puede mantener su presencia internacional con una oferta estable y confiable, incluso en un año adverso. Esa es la verdadera fortaleza de nuestro sector: no solo crecer en los buenos tiempos, sino también responder con solidez cuando el clima pone a prueba nuestras capacidades.
Yassin Chaib
Gerente Exportadora Mavoca
Marruecos