¿Qué es un análisis de savia?

“Un análisis permite conocer en las plantas lo que la sangre revela en el ser humano”.

Poder medir sus contenidos minerales nos permite saber con mayor exactitud el metabolismo interno de las plantas, a través de:

  1. Cuantificar los minerales que no están incorporados en los tejidos de las plantas y por lo tanto fluyendo en el torrente de la savia.
  2. Conocer los minerales que se están absorbiendo a través del xilema y floema.
  3. Determinar la movilidad de los nutrientes, tanto macro como micronutrientes.
  4. Determinar el estado de las plantas gracias a los indicadores metabólicos (%de azúcar y °Brix).
  5. Conocer parámetros químicos como pH y CE.
  6. Evaluar el metabolismo del nitrógeno, cuantificando los niveles de amonio, nitratos, aminoácidos y proteínas.

Diferencia entre análisis de savia y de tejido:

La diferencia más importante es que el primero, nos permite medir el flujo de minerales disponibles en el metabolismo y no la totalidad de ellos (incluidos los que se encuentran fijados a paredes celulares y estructuras propias de la morfología vegetal de cada cultivo).

Toma de muestra:

La toma de muestra es clave, al igual que en el ser humano debe ser en ayuna, lo que para las plantas corresponde al período previo al amanecer, en que las plantas aún no comienzan una fotosíntesis activa. Sumado a lo anterior, se debe considerar el tipo de follaje a muestrear, de manera de lograr la mayor representatividad posible de los árboles reflejan la realidad del huerto en control y que representa al individuo a evaluar.

Interpretación:

Entender la dinámica de los minerales dentro de las plantas y sus comportamientos, acordes a pesos moleculares, cargas positivas (cationes) y negativas (aniones), además de los equilibrios entre ellos, nos revela si las plantas están efectivamente equilibradas internamente o con los elementos necesarios y en suficiente cantidad para realizar los deferentes procesos fisiológicos.

Entre los parámetros más importantes a evaluar y que reflejan en forma general el funcionamiento óptimo o no de las plantas son:

  • % de azúcar y ° Brix, reflejo de la actividad fotosintética
  • La movilidad de los minerales 
  • Los niveles de elementos trazas
  • Eficiencia en la conversión de nitrógeno.

Movimiento interno de las plantas:

Las dos estructuras más importantes de la circulación vegetal son Xilema y Floema, ambas estructuras principales conductos de la savia. 

Xilema, encargado del traslado de agua y iones minerales en forma ascendente.

Floema, encargado del traslado de agua, minerales, azúcar, proteínas ascendente y descendente, además de exudados hacia la raíz y que las plantas utilizan para el intercambio de metabolitos con la flora microbiana del suelo, cuando esta se presenta en cantidades suficientes.

Elementos móviles e inmóviles:

Según la movilidad que ellos presentan se pueden detectar en forma anticipada las carencias y o excesos de cualquier de ellos, ya sea en follaje nuevo o adultos, al tener la claridad de su comportamiento dentro del flujo interno de las plantas. De esta manera los programas de nutrición pueden ser ajustados periódicamente en búsqueda de aumentar no sólo el potencial productivo, sino también inducir funciones metabólicas determinadas con objetivos productivos.

Relación de los minerales y las funciones metabólicas:

La gran variedad de minerales en la savia cumple funciones metabólicas específicas según se combinen entre ellos, ya sea potenciando tanto el metabolismo del nitrógeno, como las funciones reproductivas y la fotosíntesis.

Conclusiones:

Si bien todo lo antes expuesto puede parecer complejo, en realidad no es más que información idónea para más que fertilizar, nutrir a las plantas con lo necesario para alcanzar el máximo potencial productivo dejando atrás los análisis forenses de tejido, extemporáneos y por lo general relativamente rígidos para una temporada en particular, siendo que hay variaciones importantes entre un año y otro en lo climático, carga frutal y manejos agronómicos.

Por otro lado, nos permite detectar lo que no se está haciendo correctamente, como por ejemplo si el riego es eficiente o no evaluando la CE o bien la calidad de las podas al reflejar altos o bajos contenidos de % de azúcar y ° Brix.

En resumen, tal como como humanos nos realizamos periódicamente análisis de sangre para indagar lo que puede estar funcionando mal en nuestro cuerpo, en las plantas utilizar este tipo de análisis nos permite ajustar de mejor forma el riego, la nutrición y lograr la mayor eficiencia posible de todo el proceso fotosintético, responsable de la productividad final de cualquier cultivo vegetal y por lo tanto del negocio económico involucrado.

Renzo Canepa Gutierrez
Chile
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Agro Canepa SpA