Ventana comercial inesperada: el aguacate ecuatoriano toma nuevos mercados

Este verano nos ha sorprendido a todos. Lo que debía ser una temporada más en nuestro calendario agrícola, se ha convertido en un capítulo atípico, lleno de desafíos, pero también de oportunidades. Las condiciones climáticas —una combinación de sequía severa y lluvias excesivas— han alterado los ciclos tradicionales de producción, desplazando una parte importante de nuestra cosecha de febrero, marzo y abril hacia junio, julio y agosto.

Este desfase ha traído consigo un fenómeno poco común: fruta disponible fuera de la planificación inicial. Una situación que, aunque genera ciertas complejidades logísticas, también ha abierto una inesperada ventana comercial. Perú, enfrentando también dificultades, ha liberado espacio en mercados estratégicos como Norteamérica, Europa e incluso Rusia. Y ahí hemos estado nosotros, desde Ecuador, listos para responder con calidad y volumen.

Nuestra campaña de exportación, que normalmente cerraría en meses anteriores, se extiende ahora hasta finales de julio e incluso agosto. Sin embargo, hay que ser claros: esta oportunidad es excepcional, casi irrepetible. Los ciclos se corregirán y la producción volverá a su cauce habitual en los primeros meses del año. Pero por ahora, aprovechamos cada día de esta temporada extendida.

El mercado local, por su parte, también ha estado bien abastecido, lo cual es una consecuencia positiva de este nuevo escenario. En términos de precios, particularmente en la variedad Hass, se han mantenido estables en esta época del año, lo que representa una señal de salud comercial.

Pero hay más. En medio de todo esto, seguimos avanzando con uno de los procesos más esperados: el protocolo de exportación hacia Estados Unidos. Aunque las visitas técnicas iniciales no se concretaron —ni en febrero, ni en mayo o junio—, recientemente hemos recibido la confirmación de que la inspección se realizaría entre la última semana de julio y la primera de agosto. Esto es crucial. Si todo sale bien, podríamos contar con los primeros volúmenes hacia el mercado estadounidense justo para el último trimestre del año, coincidiendo con el inicio de nuestra próxima campaña.

En cuanto a la próxima temporada, las noticias también son alentadoras. La floración ha sido buena, y aunque el verano ha comenzado más nublado y lluvioso de lo habitual, eso sugiere que la sequía será más tardía y menos intensa. Si se sostiene esta tendencia, podríamos hablar de un incremento del 30 a 40% en nuestra producción total, una señal clara de que el sector sigue creciendo, adaptándose y fortaleciéndose.

Este verano ha sido atípico, sí, pero también revelador. Nos ha obligado a repensar nuestros esquemas, a movernos con agilidad y a identificar oportunidades donde antes no las veíamos. Nos ha recordado, una vez más, que en la agricultura, como en la vida, adaptarse no es una opción: es una necesidad.

Santiago Pinto
Director Iteranza
spinto@interanza.com
Ecuador