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En la semana siete México volvió a mandar un volumen relativamente conservador al mercado de Estados Unidos. 974 embarques fueron exportados. La demanda por fruta no fue tan fuerte pero los exportadores tuvieron que volver a encender la maquinaría de negociación con productores lo que ocasionó que los precios se elevarán nuevamente.
El productor ha estado muy receptivo a los cambios en la demanda y en esta semana los exportadores estuvieron dispuestos a mejorar las ofertas para conseguir el volumen requerido. A pesar de que se estuvo cosechando fruta regularmente el nivel de inventarios en Estados Unidos fue bajando, lo que ocasionó otro incremento en precios a inicio de la semana ocho.
La tendencia en precios que está teniendo esta temporada en México empieza a ser muy similar al 2022, aunque en este año los precios ya son más elevados a los de ese año. México tendrá suficiente fruta para cubrir la demanda del mercado sin problema en las próximas semanas, pero no se ve que vaya a ser a precios más bajos. La curva de tamaños sigue estando muy pesada en 60s y menores en comparación a la de un año normal, esto provocará o bien que los 48s y mayores se mantengan a niveles muy elevados o bien que algunas cadenas migren a tener 60s en sus anaqueles generando mayor demanda en este calibre y la diferencia entre estos dos calibres se nivele un poco. Los calibres 40s y mayores tienen muy bajo porcentaje por lo que tampoco se espera que bajen de precio en las próximas semanas. También en la semana siete se vio un repunte en la demanda por 70s lo que en términos generales es favorable para los exportadores por la buena disponibilidad de este calibre.
Pareciera que los precios de la fruta mexicana podrían iniciar un ciclo de alzas y bajas, en caso de que en la semana ocho se vuelven a subir los inventarios podríamos ver algún ajuste, aunque no se cree que sea muy grande, de los precios en el mercado. Lo ideal es que los precios, aunque sean elevados en este año, sean un poco más estables para que los importadores y las cadenas de tiendas puedan armar programas de ventas con mayor certidumbre y el producto mexicano se mantenga en sus preferencias, ya que son ellos quienes finalmente deciden el origen de la fruta que se coloca en los anaqueles.
Es de esperarse que el incremento en las cosechas de fruta de California vaya a generar un efecto sobre la demanda de fruta mexicana, normalmente estos dos orígenes han tenido una buena sincronía para mantener estabilidad en el mercado. California tiene su mercado y podría reducir la especulación en los precios de la fruta mexicana.
Sergio Paz Vega
México