Este contenido es solo para suscriptores
Para esta semana, observamos fenómenos interesantes que merecen nuestra atención. Por un lado, las exportaciones de aguacate Hass desde Colombia muestran una disminución en volumen de aproximadamente un 50% semana a semana, marcando claramente un punto de inflexión en las exportaciones, con una mayor participación hacia el continente europeo que supera el 50%, según datos de CorpoHass. Este comportamiento ya lo veníamos comentando en semanas anteriores.
Los precios en Europa presentan una tendencia a la baja, influenciados por las vacaciones en el viejo continente y las últimas cargas arribadas desde Perú, donde ya se percibe un descenso en la cantidad.
La reflexión de esta semana se centra en el título de nuestra columna: «Adelanto natural vs. Adelanto comercial». Desde el campo, nos comentan que la cosecha puede estar adelantada unas cinco semanas. Es decir, para la semana 31 hay fincas que ya están cosechadas, cuando normalmente deberían hacerlo entre las semanas 35 y 36 (finales de agosto o principios de septiembre). Este adelanto puede ser atribuido tanto a factores naturales como a decisiones comerciales, que responden a las dinámicas del mercado y las condiciones climáticas.
La tendencia a adelantar la cosecha no solo tiene consecuencias en el volumen de exportaciones, sino que también puede influir en los precios y la calidad del producto. Con precios interesantes en el mercado norteamericano y la perspectiva de mejores condiciones en Europa para las próximas semanas, se espera que esto tenga un impacto notable en el comportamiento de la campaña principal colombiana. Como hemos mencionado anteriormente, este año se anticipa un 20% más de volumen, lo cual pondrá a prueba toda la capacidad logística y de empaque del país.
Este fenómeno nos obliga a evolucionar y mejorar continuamente nuestros procesos, desde el campo hasta la logística de exportación. La capacidad de adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y optimizar las operaciones es crucial para mantener la competitividad y asegurar la calidad del aguacate colombiano en los mercados internacionales.
En conclusión, el adelanto de la cosecha, ya sea por razones naturales o comerciales, representa un desafío y una oportunidad para la industria del aguacate en Colombia. La capacidad de respuesta y adaptación será determinante para enfrentar estos cambios y aprovechar las oportunidades que se presenten en los diferentes mercados.
Jorge Molina Duque
Colombia